sábado, 14 de noviembre de 2009

MODESTO


Acababa de terminar de construir su casa, la miraba y remiraba y decidió ir a por una botella de vino para celebrarlo, eran tan pocas las ocasiones en las que celebraba algo que bien merecía la pena hacerlo esta vez, hacia un frió cruel aunque la luna brillaba con la misma intensidad que si fuese verano, esa noche no llovería así que en su recién construida casa estaría muy confortable, estaba situada en el centro de todo el césped, flores hermosas perfumarían su solitaria celebración, tendría una noche apacible a pesar del frío, después de mucho tiempo dormiría hasta que el sol ya se hubiese encargado de calentar el hermoso jardín que precedía a su casa, vería las gotas de rocío nada mas levantarse, un verdadero paraíso.
Volvió de comprar el vino paseándose por la calle lentamente, a esas horas había gente durmiendo en los bancos arrebujados en trapos, prostitutas que lo ignoraban al verlo pasar, abrió la botella y fue bebiéndosela en el camino, miro las estrellas de brillo fulgurante y brindo por los dioses, brindo por las ninfas y brindo por los duendes, llego a su casa del jardín, abrió la portezuela de la caja de cartón y se dispuso a ganarle el pulso al frío, a soñar con playas lejanas y una familia que pudo ser y a medio camino desapareció.
A la mañana siguiente los jardineros de su jardín, le fueron a despertar, derrumbaron su casa con las podadoras y le dejaron otra vez sin hogar.
Ya estaba viejo y cansado para seguir construyendo, se haría asiduo a los banco-hoteles, sus huesos aun resistirían diez años más.
La vida le había jugado una mala pasada al haberlo dotado del poder de soñar, soñó de pequeño, soñó de joven, ya no soñaba se conformaba con dormir y ver un nuevo amanecer.

2 comentarios:

Carmela dijo...

Está bueno el relato.
La vida le había jugado una mala pasada otorgándole la capacidad de soñar...
O tal vez ... a través de la capacidad de soñar pudo transitar con dignidad los trances amargos.
Todo es según el color del cristal con que se mire....

Piconera dijo...

Gracias por tu comentario Carmela.
este hombre existe, logicamente no se llama Modesto, pero es un indigente que existe en mi tierra y hablo mucho con el, me cuebta de sueños pasados y de lo poco que espera del futuro.
Triste