domingo, 1 de noviembre de 2009

CARMELA





Agarraba mis manos con la suyas huesudas y nudosas y me repetía “si tu eres aun una chiquilla”,me contaba de su vida, de cómo ayer ella aun era niña, de cómo hace un rato fue una linda mujer subida a sus tacones guiñándole picaramente a la vida, y reía, ¡¡ como me acuerdo de esa risa¡¡, ¡¡como me acuerdo de cómo me hacia reír¡¡, se sentaba en un rayito de sol acurrucada en la esquina del banco, allí esperaba todos los días a que llegásemos como si tuviésemos una cita, con sus piernas cruzadas y pose de interesante como si fuese una gran diva, un día dejo de poder cruzar las piernas, se encogía de hombros y se reía de si misma, entre carcajadas decía que la Parca le estaba anudando los dedos para que no se agarrara tan fuerte a la vida y es que tenia noventa
años y la artritis la retorcía, pero nunca perdió la risa, empezó a llegar en silla de ruedas, ya no venia, la traían, me contaba chistes, piropeaba descarada a los muchachos guapos, liberal, liberada, moderna, coqueta, generosa, alegre, vivaz, inteligente, cantarina, formal, elegante, habladora…… y un montón de cualidades mas.
Ahora miro el rayito de sol donde nos esperaba y casi oigo el eco de sus risas, la Parca le pudo por que primero se llevo a su Manolo y a ella……..a los pocos días, pero se la llevo hecha una muchachita.

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