viernes, 6 de noviembre de 2009

SOLEDAD





Llegó al mundo en cuna de satén, nada mas nacer ya venia con herencia, le tocó los hermosos ojos verdes de su madre y el color de piel dorado de su padre, ¡¡como la mimaron¡¡
Preciosa como una muñeca, desde los dos años caminaba ya como una reina, erguida y orgullosa con sus vestiditos de organza rosa y sus zapatillas de princesa, el tesoro mas preciado de papá y la alegría de mamá, la mimada de la abuela, el orgullo del abuelo, la envidia de los vecinos, a la que el portero sonreía, la que la nana protegía como si fuese de porcelana.
Se ahogaba, quería tirarse en la arena, saltar en los charcos, coger ranas, escaparse a la luna, sembrar aceitunas, quería ser bombera, jugar a canicas, columpiarse en una soga, rasparse las rodillas, quería, quería pero no podía.
Sus primeros quince años fueron una cuenta atrás para hacerse adulta, cuando los cumplió le pusieron el vestido mas hermoso que pudiese soñar una princesa, vinieron todos los hijos de todos los amigos , niños y niñas bien que se habían criado en paraísos de libertad, en colegios extranjeros, allí conoció a “Loky”, guapa, pija, lista, picara y pizpireta, ella fue la que le enseñó como saltar sin moverse, como ir a la luna sin cohete, como coger ranas sin charcas, como apagar fuegos sin agua, como ver crecer un olivo sin sembrar aceitunas.
La primera vez sintió miedo, papá y mamá empezaron a dejarle libertad en pequeñas dosis y en pequeñas dosis ella fue perdiendo el dorado de su piel y el verde de sus ojos.
Se acabaron los vestidos de princesa, dejo la mochila del colegio debajo de la cama rellena con su antigua inocencia y los libros forrados de amores platónicos, mamá, papá, el portero, la nana, los abuelos, lloraron y echaron de menos a la princesita, los vecinos cuchicheaban al verla, ella cada vez se revolcaba mas en la arena, se raspaba las rodillas de viajar a la luna a coger ranas en charcas secas, de ser bombera de fuegos internos de lobos agazapados que le vendían veneno.
Los hijos de los amigos, los niños bien todos crecieron, Loky se caso con un ingeniero, ella seguía con su mochila de inocencia escondida entre los libros del colegio, deambulo por las esquinas, pidió dinero, perdió los dientes de perlas, se encorvaron todos sus huesos.
En una de las esquinas encontró a su príncipe, pero como ella ya no era princesa ni la miró, la segunda ella le llamó, el miró hacia otro lado y desapareció, vió en su cara asco y se aterrorizó ¿que estaba haciendo?
La vieja nana la encontró en la calle y lloró al verla ¡¡ nana ayúdame ¡¡ la nana se la llevó a casa y la encerró, la dejó que le dolieran todos los huesos, que gritara como posesa, ella la cuidaría aunque sufriera al oírla detrás de la puerta, su niña princesa volvería a ser reina.
Y volvió, tras cinco años de columpiarse en una soga, de deambular por la luna sola.

No hay comentarios: